Iñaki Salegi, Jefe de Servicio de Neumología: “En esta segunda oleada estamos realizando guardias de presencia física de neumología para poder dar asistencia especializada las 24 horas del día”

El Servicio de Neumología de la OSI Donostialdea está trabajando las 24 horas del día para tratar a los y las pacientes COVID ingresados e ingresadas en su planta. Un trabajo que en esta segunda ola se ha especializado en el tratamiento del y de la paciente más grave a través de terapias respiratorias avanzadas. Superado el miedo inicial al contagio, mayor en esta especialidad debido a los riesgos asociados a las pruebas que diariamente tienen que realizar, desde este servicio se espera con interés la llegada de una vacuna que permita aligerar el peso asistencial. Iñaki Salegi, jefe de servicio de Neumología, nos cuenta más detalladamente como se está haciendo frente desde este servicio a la pandemia.

 

¿Qué tal habéis pasado estos meses tan intensos?

Está siendo una experiencia muy dura, donde se mezclan el miedo a la enfermedad, una sobrecarga de trabajo muy importante y la necesidad de adaptar toda nuestra forma de trabajar.

 

¿Cómo está afrontando el personal del servicio esta segunda ola?

Estoy muy orgulloso de cómo ha respondido todo el personal del servicio (personal de limpieza, administrativos y administrativas, celadores y celadoras, auxiliares, enfermería y médicos y médicas) a la pandemia, demostrando una capacidad de trabajo inmensa, mucha valentía y gran adaptación a los muchos cambios producidos. Pero percibo que estamos llegando a una situación en la que el cansancio acumulado pueda influir en el trabajo y en el ánimo del equipo.

 

¿Cómo ha afectado el COVID-19 al Servicio de Neumología desde el punto de vista de la asistencia?

En la primera oleada, los neumólogos y las neumólogas hemos trabajado apoyando al servicio de Medicina Interna en el edificio Amara en la asistencia a pacientes COVID ingresados y en el seguimiento ambulatorio de sus complicaciones respiratorias tras el alta.

En la segunda oleada, hemos diferenciado nuestro trabajo, pasando a tratar a un perfil de paciente más grave con terapias respiratorias avanzadas-TRA, en nuestra planta de Neumología, (4ª4ª) con nuestro personal de enfermería, tras monitorizar algunas habitaciones para permitir la realización de esas terapias de un modo seguro.

En esta segunda fase hemos colaborado con CMI, permitiendo altas de CMI a planta más precoces; y con MI/Infecciosas tratando a sus pacientes más graves que no fueran candidatos a ser trasladados a CMI.

 

¿Qué ha aportado el personal de neumología a esta crisis?

Hemos aportado nuestro conocimiento en el tratamiento de la insuficiencia respiratoria mediante lo que se conoce como terapias respiratorias avanzadas-TRA (Gafas nasales de alto flujo y ventilación mecánica no invasiva). La enfermería y las y los profesionales médicos de nuestra unidad llevamos años tratando pacientes con estas terapias, lo que nos ha permitido aprovechar nuestro conocimiento y experiencia para tratar a pacientes graves con COVID.

Hay que decir que en esta segunda oleada estamos realizando guardias de presencia física de neumología para poder dar asistencia especializada las 24 horas del día.

Por otra parte, la consulta monográfica de enfermedades intersticiales (EPID), apoyada por los participantes del COMITÉ de EPID (radiólogos y radiólogas, reumatólogos y reumatólogas, cirujanas y cirujanos torácicos, patólogos y patólogas, inmunólogos e inmunólogas y farmacéuticos y farmacéuticas) y por nuestro laboratorio de función pulmonar ha seguido las secuelas de los casos más graves.

Finalmente, hemos apoyado a CMI, realizando un número elevado de broncoscopias para el manejo de complicaciones de sus pacientes con COVID.

 

¿A qué principales obstáculos se ha enfrentado el personal de Neumología a la hora de luchar contra el coronavirus?

Hemos tenido que superar 3 obstáculos principales:

Por un lado, superar el miedo al contagio al realizar en nuestra actividad diaria procedimientos asociados a un mayor riesgo de infección como las broncoscopias, las pruebas de función pulmonar, la nebulización, la oxigenoterapia y la ventilación mecánica no invasiva. Hemos adaptado todos los procedimientos con ánimo de disminuir los riesgos para el personal y los y las pacientes.

Por otro lado, ha sido difícil diferenciar entre los y las pacientes con sospecha de COVID y otras patologías, puesto que los síntomas de la COVID son comunes al resto de las enfermedades respiratorias (Destacar el trabajo conjunto realizado con Medicina Interna e Infecciosas para desarrollar unos criterios que permiten el manejo seguro de los pacientes con sospecha de COVID no confirmada).

Finalmente ha sido preciso superar los recelos iniciales a la utilización de las terapias respiratorias avanzadas-TRA en los y las pacientes más graves. Se ha pasado de no recomendarse su uso, a incluirlas en los protocolos de manejo de la insuficiencia respiratoria por COVID de las principales guías de tratamiento internacionales.

 

¿Este virus ha sido más grave de lo que realmente pensábamos?

Desde el primer momento los datos que nos llegaban de China ponían de manifiesto que se trataba de un virus que causaba cuadros muy severos de neumonía.

Nuestra experiencia ha confirmado los datos previos.

 

¿El COVID-19 es fundamentalmente una infección respiratoria?

Es una infección respiratoria, que en algunos pacientes desarrolla neumonías muy graves y complicaciones sistémicas.

 

La insuficiencia respiratoria en los enfermos y en las enfermas más graves ha sido uno de los principales problemas ¿Cómo se le ha hecho frente?

Cuando el paciente es incapaz de mantener unos niveles adecuados de oxígeno en sangre, aun aportando oxígeno a altas concentraciones, precisa apoyo externo mediante máquinas-ventiladores- que permitan mantener esos niveles de oxígeno en niveles aceptables para ganar tiempo hasta que el organismo supere la infección.

 

Los respiradores se han convertido en una de las estrellas de la pandemia. ¿Realmente han sido tan importantes?

Muchos pacientes a la vez y durante mucho tiempo han precisado ventilación mecánica, lo que ha superado por mucho las necesidades de estos ventiladores en situación pre-pandémica.

El hecho de que todos los sistemas de salud quisieran adquirir a la vez estos ventiladores ha provocado que se agotaran todos los stocks de los fabricantes.

Sin embargo, en nuestro hospital no ha habido desabastecimiento y no se han tenido que utilizar ventiladores de fabricación casera.

Quiero agradecer desde aquí al servicio de compras por el esfuerzo realizado para buscar material (ventiladores, fungibles, filtros…) en estos tiempos difíciles.

 

¿Cómo afecta este virus a los pulmones?

El virus produce inflamación pulmonar y daño de la vasculatura pulmonar, lo que provoca una alteración muy importante del funcionamiento de los pulmones, que se vuelven incapaces de llevar el oxígeno al resto del cuerpo.

 

¿Qué diferencias hay entre el COVID-19 y una neumonía normal?

Provoca neumonías más graves, de manejo muy dificultoso y hasta la fecha sin un tratamiento antiviral específico.

 

¿Qué tipo de pacientes tienen más riesgo de sufrir secuelas pulmonares?

Aquellos pacientes con neumonías muy graves, que han precisado ventilaciones mecánicas prolongadas en UCI.

 

¿Qué tipo de alteraciones se han empezado a constatar en los y las pacientes ya recuperados de COVID-19?

Estamos viendo secuelas (patología intersticial y embolismos pulmonares) que provocan fatiga al esfuerzo, alteración de las pruebas funcionales respiratorias, y de las imágenes radiológicas muchos meses después de que los y las pacientes hayan sido dados de alta.

 

¿Por qué es importante el uso de mascarilla?

Disminuye el riesgo de contagio. En nuestro servicio, estamos muy concienciados y concienciadas y todo el mundo utiliza mascarilla durante toda la jornada laboral, no solo durante la asistencia a los y las pacientes.

Es una práctica que ha llegado para quedarse y que creo que seguiremos utilizando igual cuando la pandemia finalice.

 

La utilización de mascarilla y el cumplimiento de un buen lavado de manos va a suponer que el riesgo de adquisición de infecciones respiratorias, no solo del COVID-19, sea mucho menor.

En el hemisferio sur la incidencia de gripe ha sido mucho menor. Habrá que ver si este hecho se repite en nuestro entorno.

 

¿Cómo vislumbra el futuro de la pandemia?

Espero que la vacunación permita ver el final de este largo túnel.