Itziar Lanzeta, jefa del Servicio de Medicina Preventiva de la OSI Donostialdea: “el coronavirus no ha desaparecido y eso lo tenemos que tener presente, tanto en los centros sanitarios como en la comunidad”

El Servicio de Medicina Preventiva ha estado centrado estas últimas semanas en la vigilancia, prevención y control de la COVID-19 en nuestra organización. Minimizar el riesgo de contagio tanto de los ciudadanos como de los profesionales, actualizar y difundir protocolos, recopilar información han sido algunos de sus quehaceres. Hemos hablado con Itziar Lanzeta, jefa del Servicio de Medicina Preventiva de la OSI Donostialdea, que nos ha explicado cómo han afrontado el trabajo en estos días de pandemia.

 

Parecía que todo estaba controlado, pero los rebrotes de estos días en Txagorritxu y Basurto nos recuerdan que no podemos bajar la guardia.

Efectivamente. El Coronavirus no ha desaparecido y esto lo tenemos que tener presente, tanto en los centros sanitarios como en la comunidad.

Desde el principio hemos trabajado con un alto grado de incertidumbre y aún seguimos con muchas cosas por descubrir, por lo que no, no podemos bajar la guardia. No podemos pensar que esto ya ha pasado y que no va a volver. Como hemos visto, la posibilidad de tener rebrotes es real y tenemos que prepararnos para ello. Y también tenemos que seguir preparándonos para retomar la actividad con cierta normalidad, sin perder de vista el riesgo.

Han pasado tres meses desde que esto comenzó, ¿qué valoración puedes hacer de todo lo que hemos vivido?

Nos hemos enfrentado a una situación nueva para la mayoría de la población, como es una pandemia. Esto nos ha trastocado todo, el trabajo, la educación, la vida familiar y social, y no nos ha quedado otra opción que adaptarnos. Creo que es importante centrarnos en lo positivo, lo que hemos aprendido, la capacidad de esfuerzo, sacrificio e implicación de los profesionales, la adaptación a todos los cambios que se han ido produciendo… pero no podemos olvidar que es una infección transmisible que ha afectado a muchas personas y ha puesto el sistema sanitario al límite.

Siendo especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública, trabajar en una pandemia ha sido una experiencia muy enriquecedora a nivel profesional. Así mismo, nos ha dado la oportunidad de estar de forma más visible en gran parte de los servicios y unidades y que nos conozcan más. Sin olvidar que esto ha supuesto un esfuerzo inmenso para todos los componentes del servicio.

La gran prioridad en un principio fue que el virus no entrara en los hospitales, desgraciadamente eso ocurrió muy pronto. Esto trastocó todos los planes.

Yo no diría que trastocó los planes porque ya llevábamos tiempo preparándonos y elaborando distintos planes de actuación. Sí hubo que adaptarlos a la situación según ésta iba cambiando.

Al principio había un objetivo de contención, pero era inevitable que, si el virus afectaba a la población, en algún momento empezaran a llegar pacientes afectados, y para eso era para lo que nos estábamos preparando.

¿Cómo fueron esos primeros días?

Fueron días agotadores, porque a la carga de trabajo se añadía la tensión propia de una situación que no se había vivido antes. Parecía que estábamos en una carrera en la que había que estar poniéndose al día, valorar si era aplicable a nuestra situación, organizando la actividad del servicio según iban surgiendo distintas necesidades. En definitiva, pensando qué hacer y cómo, contrastando información, consensuando, informando.

¿Qué ha sido lo más complejo de gestionar en esta pandemia para vuestro servicio?

Toda la actividad del servicio ha estado a disposición de la pandemia, por lo que gestionar tareas que se iban acumulando y que necesitaban respuestas casi inmediatas.

Al poco de empezar la pandemia los y las profesionales han tenido a su disposición un protocolo de actuación, esto sin duda les ha dado seguridad.

Como ya he comentado anteriormente, nos estábamos preparando y ya disponíamos de un protocolo bastante antes de tener el primer caso en el hospital. Además, se ha actualizado en varias ocasiones con motivo de las modificaciones de la situación epidemiológica y del conocimiento generado.

Sí creo que tener un punto de partida da tranquilidad y tienes una base sobre la que trabajar y además proporcionar información a los profesionales. Al mismo tiempo, todo el mundo tiene que ser consciente de que los documentos son dinámicos y hay que prepararse para los cambios que, por otra parte, sabíamos que iban a suceder.

A la vista de los resultados parece que en Gipuzkoa se ha trabajado bien. ¿En dónde debemos incidir para mantener y mejorar estos resultados?

Sinceramente sí creo que se ha trabajado bien, lo mismo que estoy segura que hay muchas cosas por mejorar. Y éste está siendo un punto que se está trabajando con la Dirección, qué se ha hecho bien y dónde se puede mejorar.

En mi opinión hay que incidir en mantener las medidas de prevención de la infección. Sé que suena repetitivo, pero el uso adecuado de mascarilla, mantener la distancia de seguridad y, sobretodo, la correcta higiene de manos, son las medidas fundamentales que no hay que relajar. Y estas medidas son para todos, a nivel de población y a nivel de trabajadores.

A partir de ahí, aplicar las precauciones estándar a todos los pacientes que acuden a los centros sanitarios y, en el caso de sospechas de infecciones transmisibles, añadir las precauciones según el mecanismo de transmisión. Tanto para evitar la Covid-19 como para evitar otras infecciones. Hay que trabajar en la seguridad, tanto del trabajador como del paciente.

¿Cómo habéis reorganizado vuestro servicio para hacer frente a esta situación?

Lo primero que quiero destacar es la calidad humana y profesional de las personas que han trabajado en el servicio, profesionales de enfermería, administrativas, facultativos, tanto los que ya estaban en el servicio como las que nos han venido a apoyarnos. Desde el primer momento se han mostrado implicados, comprometidos, con muchas ganas de aprender y trabajar y ofreciendo una disponibilidad total, lo que ha facilitado mucho la reorganización del servicio. Hemos ampliado nuestro horario de trabajo a tardes y fines de semana.

Hemos focalizado nuestra actividad en la vigilancia, prevención y control de la infección, que es nuestra tarea habitual, solo que centrándola en el SARS-CoV-2. Esto ha hecho que dejemos “aparcadas” actividades habituales del servicio, como los estudios de vigilancia de infección quirúrgica; la consulta de vacunación, que se ha mantenido sólo para los casos urgentes; la bioseguridad ambiental se ha adaptado a la disponibilidad de los profesionales.

Se ha priorizado todo lo relacionado con la higiene, la limpieza y desinfección, tanto de instalaciones como de dispositivos, y las medidas de prevención y control de la infección.

En vuestro servicio os habéis encargado de recopilar información sobre el coronavirus. ¿Cómo se realiza este trabajo?

Esto nos ha llevado muchas horas de trabajo, recopilar la información, analizarla, organizarla y darle forma es un trabajo inmenso que no es visible. Pero también es satisfactorio porque interrelacionas con otros compañeros de forma diferente a como se venía haciendo.

Supongo que el trabajo en red ha sido fundamental.

Sí, la comunicación con otros profesionales de la OSI y con compañeros de Medicina Preventiva de otras organizaciones ha sido una constante. Reuniones por Skype, Zoom, correos, llamadas de teléfono…

Pero nosotros hemos hecho un trabajo más presencial, o al menos eso hemos intentado, dentro del hospital. Creo que la visibilidad, el ir a los sitios a hablar con otros compañeros da más confianza y también hace que se conozca más el servicio y a qué nos dedicamos. Además, posibilita que la gente pregunte directamente, exponga sus dudas e incluso sus quejas, lo cual no siempre es agradable.

¿Nuestra organización está más preparada ahora para hacer frente a un posible rebrote?

Indudablemente, hemos aprendido y seguimos aprendiendo. Ahora ya sabemos lo que es trabajar con los casos y con las sospechas de Covid, aunque también creo que los profesionales estamos cansados y me gustaría pensar que vamos a poder disfrutar de las vacaciones.

¿Qué información es la que más hemos demandado los profesionales y que dudas hemos tenido?

Yo diría que, en nuestro caso, se ha centrado en dos temas: los equipos de protección de los trabajadores (EPIs) y todo lo relacionado con la limpieza y desinfección. En torno a esto las cuestiones que se han planteado y que se plantean son incontables

Y a partir de ahora ¿qué?

A seguir trabajando duro. Aún hay mucho por hacer y mucha actividad retrasada.

Y en cuanto al coronavirus, estamos inmersos en el plan de vigilancia y control de casos y contactos estrechos cuyos objetivos son: Establecer un sistema de detección precoz de casos de Covid-19, realizar un seguimiento de casos y sus contactos estrechos desde el punto de vista clínico y epidemiológico, y monitorizar el curso de la pandemia, para minimizar la transmisión.

Para ello formamos parte de un plan de actuación junto con profesionales de Salud Pública, de Atención Primaria, de Salud Laboral, Enfermeras gestoras de casos Covid-19, Dirección de la OSI y otros servicios de prevención. Hay equipos formados en cada OSI y trabajando conjuntamente y de forma coordinada, esperamos poder llevar a cabo los objetivos establecidos.