Oier Ateka, médico del Departamento de Medicina Interna de la OSI Donostialdea: “estamos viendo que algunos de los síntomas de la COVID-19 pueden durar más de 6 meses tras la infección”

Un alto número de personas que han sufrido COVID-19 están padeciendo lo que se ha denominado COVID-19 persistente. Los datos disponibles señalan que algunas personas con COVID-19 sufren síntomas hasta varios meses después de su contagio. Oier Ateka, médico del Departamento de Medicina Interna de la OSI Donostialdea, nos ha contado como se están enfrentando a este problema y lo que saben sobre él.

 

¿Cuándo podemos decir que la COVID-19 es persistente?

En la actualidad, el término Covid persistente no tiene una definición normativa o precisa, pero según la Asociación Española de Médicos de Familia «se trata de un complejo sintomático multiorgánico (con diagnóstico confirmado o no) que persiste en el tiempo tras la fase aguda de la enfermedad entre los pacientes que han sufrido Covid19».

 

¿Qué síntomas presenta una persona con COVID persistente?

En principio, los síntomas de este síndrome pueden ser diferentes e incluyen, entre otros: sensación de fatiga (astenia) ajena al ejercicio o relacionada con el mismo (estrechez respiratoria o disnea), dolores torácicos indeterminados, tos seca, alteraciones olfativas y gustativas, molestias musculares y articulares, dolor de cabeza, sensación de mareo, insomnio, caída de pelo, alteraciones del aparato digestivo, problemas de memoria y concentración, ansiedad y síntomas depresivos (que pueden estar relacionados con estrés postraumático).

 

¿Cuánto tiempo pueden prolongarse estas secuelas?

Es difícil predecir cuánto durarán los síntomas, dada la novedad del Covid-19. En todo caso, estamos viendo que algunos de ellos pueden durar más de 6 meses tras la infección. Todavía necesitamos más estudios para poder ver los factores relacionados con la persistencia de cada síntoma.

 

¿Estos síntomas pueden llegar a incapacitar a las personas para realizar sus actividades cotidianas?

Puede ser, sí. Cada caso debe ser considerado individualmente, pero en función de los síntomas que presenta cada paciente y de los órganos afectados, las secuelas e incapacidades funcionales pueden ser de grado leve a grave.

 

Parece que el perfil típico de una persona con COVID persistente es una mujer de 43 años ¿Es así?

Así se desprende de la encuesta realizada por la Asociación Española de Médicos de Familia y los colectivos de afectados Long Covid Acts entre el 13 de julio y el 14 de octubre de este año. Según esa encuesta, de las 2120 personas encuestadas, 1843 presentaban síntomas de Covid persistente, y de esos el 79% eran mujeres, con esa media de edad.

 

Un gran número de secuelas que afectan a un elevado número también de órganos ¿Cómo se puede poner algo de orden en un asunto tan complejo?

Las hipótesis actuales apuntan a que se puede deducir por la especial respuesta de algunos individuos vulnerables a la infección desde el punto de vista inmunológico, neuroendocrino y/o psicológico, como ocurre en otros procesos infecciosos. La infección aguda de Covid puede afectar a diferentes órganos, por eso la diversidad de consecuencias.

 

¿Podemos relacionar el COVID-19 con el Síndrome de Fatiga Crónica?

Así es, con una particularidad, muchos de los síntomas del Covid-19 son comunes con los que vemos en el «síndrome de fatiga crónica» o «síndrome postvírico crónico» que observamos después de otras infecciones.

 

Este tipo de secuelas también son frecuentes tras otro tipo de infecciones, diferentes al COVID-19.

Sí. Por ejemplo causadas por virus Coxsackie B, Epstein-Barr, Citomegalovirus, influenza, algunos arbovirus, herpesvirus-6  y virus linfotrópico de celulas T humanas -1 y -2; bacterias como Brucella, Coxiella y Borrelia; y parásitos como la malaria y la toxoplasmosis.

 

La evidencia disponible sobre este asunto todavía es escasa. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de un paciente con COVID persistente? ¿Existe alguna prueba complementaria que nos ayude en ello?

El diagnóstico de este síndrome es clínico y de exclusión, por lo que no se requieren pruebas complementarias específicas para ello. El problema es que en la primera ola a muchos pacientes no se les hizo ninguna prueba de PCR, con las dudas de diagnóstico que esto supone.

 

¿Existe algún medicamento que alivie las secuelas del COVID?

Se pueden utilizar diferentes fármacos dependiendo de los síntomas y del paciente. El tratamiento es en principio sintomático, en función de la singularidad de cada caso.

Se ha comentado que la vacuna puede aliviar las dolencias de una persona con COVID-19 ¿tiene algún fundamento esta afirmación?

Todavía es una hipótesis, basada en encuestas internacionales a pacientes, pero  así lo sugieren los datos sobre la mejora de algunas personas con Covid de larga duración tras la vacunación. Esperamos que tras las investigaciones y la vacunación masiva que se lleven a cabo a partir de ahora seamos capaces de responder a esta y otras preguntas.